Mi gran motivación para iniciar este blog, es porque siento que hoy en día el avance de la ciencia y la tecnología nos esta brindado una oportunidad única y maravillosa para los que hoy queremos crecer, evolucionar, sanar, aprender a ser felices o simplemente aprender. Siento y creo que somos tremendamente privilegiados de estar vivos en este momento del desarrollo evolutivo de la humanidad, ya que estamos viviendo una época “dorada” en lo que a desarrollo humano se refiere.
Catalina Giacaman

viernes, 20 de abril de 2012

Tangoterapia, Autismo y Neuronas Espejo

En su libro “Las neuronas espejo” el médico neurólogo Marco Iacoboni, hace referencia a la relación entre el autismo y dichas neuronas. “Las neuronas espejo se activan cuando observamos acciones y cuando realizamos esas mismas acciones. En síntesis, cuando nosotros miramos a los otros, nos encontramos tanto con ellos como con nosotros. Se trasluce un fuerte vínculo entre el entorno social y el sentido del yo”… “Entender cómo se desarrolla el sistema de las neuronas espejo en los primeros años de vida es muy importante en relación con el autismo, un trastorno que afecta, en términos generales, a uno de cada mil niños. Una de las estrategias más evidentes que sugiere la hipótesis de las neuronas espejo es el uso de la imitación en el tratamiento”. Al utilizar el baile del tango como método terapéutico en pacientes con autismo, contamos con una diversidad de elementos propios del baile que nos sirven para trabajar con las dificultades de esta patología. Hacer contacto con la mirada como primer acercamiento es uno de los desafíos, ya que las personas con autismo muestran diferencias de atención visual y generalmente “no miran a los ojos”. He comprobado en mi trabajo con adultos autistas, que imitar sus conductas en mi clase, es una eficiente manera de “ser vista”, literalmente. El mayor déficit de los pacientes con autismo es el reflejo especular que posibilita el acercamiento entre las personas así como también y como consecuencia, la capacidad de conectarse emocionalmente con el otro. Ofrecerme como su espejo, brindar un lugar donde mirarse; ese es mi punto de partida habilitando así sentimientos y acciones de empatía a través del movimiento, aún sin el contacto de los cuerpos, favoreciendo así un primer encuentro. La empatía es uno de los medios por los cuales “sincronizamos” con el otro, buscamos así una misma frecuencia para poder dialogar y comprendernos. Esto sucede no solo con el tipo de lenguaje utilizado sino también con nuestro cuerpo y gestos, lo que posibilita conectarnos. A veces sucede que los pacientes solo acceden a bailar con el contacto de las manos, creando así un nuevo tango, un tango propio, con su sello; con momentos de contacto visual alternado con ausencias. Presencia-ausencia, dicotomía en donde sus dos mundos también bailan… Sus cuerpos allí hablan! Paul Valery decía que “lo más profundo es la piel”, y es ese simple contacto el que crea una coreografía compartida. Así, como plantea Iacoboni es posible conjeturar que a través del cuerpo en movimiento, la vinculación con el mundo circundante y las experiencias perceptivas y motoras son los procesos mentales los que emergen. Sumado a la acción, será el tangoterapeuta quien le preste su voz a las personas con autismo para poner en palabras las vivencias, sensaciones y emociones, como forma de reafirmar la presencia de su ser en el aquí y ahora. Sumar la teoría de las neuronas espejos en mi trabajo con personas autistas, me ha permitido planificar estrategias y objetivos que me posibilitaron obtener respuestas vinculadas a la conexión ya sea con la mirada, con el contacto corporal o una simple reacción gestual ante mi palabra. Sabemos que se necesitan dos para “hacer un tango” y que a su vez, este tango es el camino para llegar al vínculo con el otro. La Tangoterapia permite así abordar diversas patologías en donde la dificultad es el contacto, el vínculo con el otro y con uno mismo. “…Bailan juntos compartiendo espacios llenos y vacíos. Cada uno escucha el cuerpo del otro, adivina sus pies, registra su emoción, a veces su ansiedad, otras su sorpresa. Se transmiten sus vivencias en un diálogo secreto de preguntas y respuestas. A veces ruego, regateo, exigencia. Otras reserva, recato, recelo. Aunque algunas se adelantan y contestan antes de que él termine de preguntar, o dejan la pregunta sin respuesta. Otros se expresan con dificultad e indecisión. Ella tendrá que traducir, y el sentido se le aclara con una décima de segundos de demora. Demasiado alerta, se cansa más y disfruta menos…” Fragmento de “El bazar de los abrazos” de Sonia Abadi Cada Tango nos convoca a un diálogo corporal que será único e irrepetible. Todas nuestras emociones estarán ahí, para crearlo. La Tangoterapia nos ayuda a hacerlo conciente a través de la palabra y a conocernos, sobre todo a partir de como interactuamos en cada encuentro con el otro. Por Lili Pfarherr Tangoterapeuta. Lic en Psicología Seguimos en contacto......

No hay comentarios:

Publicar un comentario