Mi gran motivación para iniciar este blog, es porque siento que hoy en día el avance de la ciencia y la tecnología nos esta brindado una oportunidad única y maravillosa para los que hoy queremos crecer, evolucionar, sanar, aprender a ser felices o simplemente aprender. Siento y creo que somos tremendamente privilegiados de estar vivos en este momento del desarrollo evolutivo de la humanidad, ya que estamos viviendo una época “dorada” en lo que a desarrollo humano se refiere.
Catalina Giacaman

viernes, 1 de octubre de 2010

“Cambiar el cerebro para cambiar el mundo” Nuestro cerebro es el órgano construido para cambiar en respuesta a las experiencias.

Estamos programados, más que cualquier otro animal, para cambiar, para aprender y para dejar que nuestro entorno moldee el sustrato de nuestros pensamientos: el cerebro. Si queremos mejorar nuestro comportamiento con los demás y con nuestro entorno natural habrá que trabajar en ello desde los primeros años, como hacemos para aprender a hablar o a tocar un instrumento. Hoy en Redes de Eduard Punset escucharemos propuestas del neuropsicólogo Richard Davidson para mejorar la educación y el psicólogo Daniel Goleman el principal divulgador del conocimiento de la Inteligencia Emocional  .
 Este tipo de habilidades incluyen habilidades para aprender a dominar las emociones, en concreto la capacidad de controlar las emociones negativas para que, cuando ocurre una adversidad, éstas no persistan más de lo necesario. Las personas (y los niños, concretamente) pueden aprender a disipar estas emociones negativas para volver al estado inicial. Es algo muy, muy importante, porque cuando las emociones perturbadoras se producen en la mente, interfieren con la capacidad de aprender de los niños. Por consiguiente, la habilidad de controlar las emociones es crucial para ayudar a que los niños aprendan mejor. Otra habilidad consiste en aprender a prestar atención de una manera mejor, aprender a concentrarse. Lo más importante que hemos aprendido sobre el cerebro en la última década es que es el órgano que está construido para cambiar como respuesta a la experiencia. Es el responsable del aprendizaje. Y sabemos que el cerebro, especialmente al principio de nuestra vida, es mucho más susceptible a cualquier influencia de lo que será más tarde.

 Otra cosa importante es aceptar que realmente nuestro cerebro puede cambiar, puede aprender. Y esto es difícil, porque, normalmente, para aprender, tienes que estar dispuesto a cambiar de opinión, y las personas no aceptan fácilmente los cambios. Una de las consideraciones importantes es que el cerebro siempre está cambiando, tanto si nos gusta como si no, tanto si pretendemos que cambie como si no. A todos nos influye el entorno, la cultura, el contexto en el que residimos, el tipo de educación que recibimos y también nuestra biología. Todas esas cosas nos influyen, pero el cerebro está cambiando constantemente, y lo que este trabajo sugiere es que podemos responsabilizarnos más de nuestro propio cerebro y podemos desarrollar condiciones más positivas que permitirán que cambie de maneras que resulten más beneficiosas, en otras palabras podemos administrar y gestionar nuestras emociones..

Las investigaciones nos muestran que con solamente dos semanas de entrenamiento en las que se practica 30 minutos al dí basta para poder detectar cambios que suceden en el cerebro tras solamente dos semanas. Hay cambios específicos en el cerebro que están asociados con los cambios en el altruismo y que se pueden medir conductualmente.

Basándonoa en lo que sabemos sobre el cerebro, las intervenciones que se producen antes de la adolescencia tienen un impacto mucho más duradero que las que se producen después de la adolescencia. Sabemos, por ejemplo, que una de las partes más críticas del cerebro a la hora de controlar las emociones es la corteza prefrontal, una región situada en la parte de delante del cerebro. Y sigue desarrollándose hasta un poco después de la adolescencia, hasta los 20 años, aproximadamente.
De manera que las intervenciones que se produzcan antes de eso serán más útiles. Además, es muy probable que haya una gran transición entre los 5 y los 7 años de edad en los humanos. Hay muchos motivos para creer, también, que las intervenciones que se hagan antes de esa transición serán especialmente eficaces a la hora de sentar las bases con habilidades que, si persisten, permitirán otras habilidades que se asienten en ellas. Es como una especie de andamiaje. 

DANIEL GOLEMAN. Quizás una mejor forma de conseguir cambiar el mundo es aprender a manejar las propias emociones. Y una vez asumido por todos nosotros, que podemos gestionar nuestras propias emociones,  podemos gestionar lo que tenemos dentro de nosotros,  la tradición contemplativa, de los budistas como el Dalai Lama, que lo han estado haciendo durante años han participado en una conferencia con el Mind and Life Institute que es un instituto que trabaja con el Dalai Lama. Se trata de un grupo de neurocientíficos que estudian las tradiciones antiguas de una filosofía y práctica como el budismo a fin de ver qué estrategias tienen para apaciguar la mente, para ser más compasivos, para aprender a concentrarse. Lo que nos dijo el  Dalai Lama a los científicos, fue: Tomad estos métodos, sacadlos del contexto religioso, estudiadlos muy a fondo y, si pueden ser de alguna ayuda para la gente, difundidlos por todas partes”. 
Estamos descubriendo que enseñar habilidades sociales y emocionales a los niños desde que tienen cinco años hasta la universidad es muy eficaz, los vuelve mucho más cívicos, mucho mejores estudiantes. Es un error pensar que la cognición y las emociones son dos cosas totalmente separadas. Es la misma área cerebral. De modo que, ayudar a los niños a gestionar mejor sus emociones significa que pueden aprender mejor.

Ahora estamos estudiando los métodos contemplativos que se han venido utilizando durante siglos. Lo estamos estudiando para ver si podemos aprovecharlo y hacer algo por los niños, para ayudarles a concentrase... Hoy en día los niños, y también sus padres, son muy dispersos y necesitan más ayuda con esas habilidades.

Hoy en día, probablemente, haya sólo una docena de currículos escolares que enseñen a los niños mindfulness, que les enseñen a concentrarse mejor, a focalizar, a hacer introspección y a ser más compasivos, a estar más atentos. Y en todos estos casos, se trata de programas piloto.




Estamos en contacto........

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